El proyecto de impulso STEAM y derechos humanos para superar los impactos de la pandemia por COVID-19 es una iniciativa propuesta por Asesoría a Programas y Proyectos de Desarrollo (ASPRODE), apoyada por la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF), con fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
Contexto
De acuerdo con los datos registrados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para mayo de 2020, un aproximado de 1,200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza habían dejado de tener clases presenciales en todo el mundo. Para América Latina y el Caribe se contabilizaron más de 160 millones de estudiantes (CEPAL-UNESCO, 2020).
Los impactos fueron sentidos en El Salvador a partir de marzo de 2020. El ejecutivo a través del decreto 4-2020 ordenó el confinamiento de la población. Con esta estrategia se buscaba reducir los contagios en centros educativos, colegios, universidades y otros centros que aglomeran personas.
Debido a que el sistema nacional de educación todavía debe construir las capacidades, la infraestructura y los recursos para llevar a cabo las nuevas modalidades educativas, y a la condiciones de desigualdad económica y social en el estudiantado, es previsible que haya rezago académico atribuible al contexto de la pandemia. Los sectores más vulnerables de la población poseen sus propias dificultades como falta de herramientas y dispositivos tecnológicos, falta de acceso a la internet por factores económicos o por ubicación geográfica, entre muchas otras limitantes.
Impulso STEAM y derechos humanos
Nuestro proyecto busca promover las vocaciones de niñas adolescentes estudiantes de tercer ciclo del sistema público tanto en los campos científicos, tecnológicos y humanísticos, focalizado especialmente en comunidades en condiciones de mayor vulnerabilidad.
Con estas actividades se pretende contribuir a la superación de los rezagos académicos ocasionados por la pandemia, pero sobre todo a la identificación y fortalecimiento de las vocaciones, así como la continuidad en la formación académica de las niñas. El programa complementa el impulso de las vocaciones mediante un componente de derechos humanos y pensamiento crítico. Este esfuerzo también busca reducir las desigualdades por género que afectan a las adolescentes en este nivel educativo y les impiden avanzar al bachillerato.
Para el desarrollo del programa de tutorías llevamos a cabo una convocatoria a estudiantes universitarias de la mayor diversidad de carreras posibles. El objetivo es que ellas impartan la formación a las niñas adolescentes de tercer ciclo, aplicando la metodología STEAM. Así mismo, impartirán formación en derechos humanos y pensamiento crítico a las adolescentes tutoreadas.
Actividades
El proyecto se realiza durante 2021 y 2022. Se desarrollarán tres etapas que posibilitarán el alcance de los objetivos del proyecto. En primer lugar, un diagnóstico sobre las desigualdades socioeconómicas y los rezagos académicos ocasionados por la pandemia. Con este diagnóstico, se han cumplido tres productos: un documento diagnóstico; una primer listado de estudiantes identificadas como candidatas a tutoría, y una primera propuesta de refuerzo académico.
La segunda etapa consiste en la convocatoria, selección y capacitación de tutoras, las cuales provienen de las cuatro zonas del país (occidental, central, paracentral y oriental). Durante un mes se capacitará a las jóvenes universitarias en el enfoque STEM y facilitación de contenidos relativos a derechos humanos y pensamiento crítico. Las jóvenes tutoras serán ubicadas en sus zonas de origen para ejecutar el proyecto, con el fin de que estén familiarizadas con las realidades y necesidades de las adolescentes tutoreadas y facilitar su desplazamiento en el territorio.
Durante la tercera fase se desarrollarán las tutorías con las estudiantes de tercer ciclo del sistema público. Se espera que participen niñas entre 13 y 16 años de edad. No obstante, debido a rezagos académicos previos a la pandemia u otras razones, podrían existir casos de estudiantes de edades fuera de este rango.
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